Morphine es una banda de rock cuya singularidad es la ausencia de guitarra eléctrica.

Pero esto no es un problema ya que con una batería, un raro saxofón bajo y un bajo eléctrico de dos cuerdas afinadas en la misma nota, consiguen hacer un rock muy puro que, acompañado por la voz del cantante Mark Sandman, da origen a lo que ellos autodenominaron como «Low Rock».

Existen de Morphine cinco álbumes de estudio publicados, casi imposibles de conseguir en vinilo (o a precios muy elevados),  pero os recomiendo que os acerquéis al menos a su música por lo singular de ésta (para esto se puede tirar de plataformas de música archiconocidas).

La casa holandesa «Music on vinyl» ha reeditado una tirada corta (también difícil de conseguir) de alguno de sus álbumes.

Conseguí una copia original de YES en una visita a Nueva York tras buscar en media docena de tiendas y ya sin esperanza alguna le pregunté al propietario de la última si podría tener algo de Morphine.

Éste con unos ojos como platos me respondió «no me puedo creer que alguien conozca este grupo, solo he visto una vez un vinilo suyo y fue el mes pasado»- yo ya iba agachando la cabeza por milésima vez cuando…- » menos mal que decidí cogerlo y exponerlo ahí, mira!».

Por supuesto no hace falta comentar que me hice con él (pagando una pasta, sabía lo que tenía entre manos) y por eso hoy puedo escribir sobre lo bien que suena este disco y no sobre aquella vez que tuve en la mano un disco del grupo…